En el mes de marzo del 2020 se anunció en México la emergencia sanitaria por el COVID-19 (coronavirus). Como consecuencia de lo anterior, muchas empresas tuvieron que cerrar sus puertas y suspender actividades.
Conforme ha pasado el tiempo, la reapertura de los negocios es una realidad que deberá regirse bajo instrucciones gubernamentales, según el “semáforo sanitario” que aplique.
Por consiguiente, la responsabilidad social, tanto del patrón, como del trabajador, es muy relevante, ya que ambos deben sumar esfuerzos para alentar un regreso a labores de manera razonada, sin poner en riesgo la salud de las personas que integran la cadena productiva.
Implementar protocolos de actuación con las bases legales que no atentan derechos humanos, sino por el contrario, los refuerzan es una actividad esencial que toda empresa debe llevar a cabo y en particular, aquellas unidades productivas en las que se pone énfasis en el contacto humano, tal y como son los hoteles, restaurantes, líneas aéreas.
- Contribuir a entender el entorno actual de sanidad internacional que afecta a México y a su área productiva.
- Ayudar a planificar políticas de control interno que promuevan la salud entre los empleados.
- Reforzar el sentido de responsabilidad social en el ámbito laboral que toda empresa debe tener.
- Fortalecer la confianza entre los trabajadores respecto de la alta dirección.
- Contribuir a elevar los niveles de compromiso entre todas las áreas que conforman la empresa.
- Enaltecer el compromiso de los patrones y de los trabajadores por tener un ambiente laboral sano y libre de agentes nocivos, incluyendo enfermedades.
Personal operativo, gerencia de recursos humanos, gerencia de seguridad patrimonial, gerencia general.
