Un número grande de problemas estructurales y de servicio en las construcciones no son por culpa de las deficiencias del diseño o de materiales, sino principalmente, a UNA DEFICIENTE ADMINISTRACIÓN Y UN MAL DESEMPEÑO DE LA SUPERVISIÓN.
El profesional que desempeña el trabajo de supervisor de obra se enfrenta no sólo a problemas de carácter técnicos, sino también conflictos generados por la interacción humana, en donde el principal método para resolver todo esto es el LIDERAZGO. Además de las competencias necesarias para afrontar los problemas de carácter técnico y humano, el supervisor debe contar con un conjunto de valores y actitudes positivas para un adecuado desempeño de su labor. Para el cumplimiento de los objetivos, la administración y la supervisión deben hacer un uso correcto de los medios de comunicación a su alcance, principalmente el de la bitácora de obra.