En el ámbito del análisis de materiales existen dos tipos principales: los ensayos o pruebas destructivas y las no destructivas. Las pruebas destructivas son utilizadas primordialmente para caracterizar un material, es decir, darnos una propiedad mecánica que nos servirá para evaluar determinado aspecto de la pieza muestra. Esta muestra no es restituible a una función o producción, debido a que es necesario someterla a fuerzas extremas que la dañarán para obtener el desempeño bajo un ambiente de condiciones muy similares a una aplicación específica.
Los ensayos no destructivos suelen ser más baratos, ya que no implican la destrucción de la muestra y por tanto, o se reintegra a la producción o se inspecciona en línea inclusive. En ocasiones, con estas pruebas se buscan únicamente verificar la homogeneidad y continuidad del material 
analizado.

Podemos resumir las aplicaciones en tres grupos:

• Defectología. Permite la detección de discontinuidades, evaluación de la corrosión y deterioro por agentes ambientales; deter- minación de tensiones; detección de fugas.

• Caracterización. Evaluación de las características químicas, estructurales, mecánicas y tecnológicas de los materiales; propie- dades físicas (elásticas, eléctricas y electromagnéticas); transferencias de calor y trazado de isotermas.

• Metrología. Control de espesores; medidas de espesores por un solo lado, medidas de espesores de recubrimiento; niveles de llenado.